Más comodidad, sí, pero también pérdidas del 50, del 60 e incluso, superiores al 70 por ciento. Son las estimaciones de los vendedores ambulantes del mercado franco tras cuatro semanas de mercadillo al completo en Vegas del Mocho. Algunos no tienen problemas en echarse la mano a la riñonera y mostrar lo que han ganado. Ninguno enseña, a eso de las once y media de la mañana, más de cuarenta euros. Demasiado poco, dicen, incluso teniendo en cuenta que febrero no es de los mejores meses para el mercadillo y que el de este año ha sido especialmente friolero. Otros confiesan que pesar de mantener gran parte de su clientela habitual, la misma que acudía hasta ellos en Ronda de la Pizarra, tienen igualmente pérdidas.
En cuanto a la afluencia de público hay opiniones dispares, aunque casi todos detectan que hay falta de aparcamiento para los clientes. Una parte de los vendedores asegura que el mercado franco sí atrae a mucho público, pero un público que no compra, que no gasta dinero y que se dedica fundamentalmente a mirar. En esta zona, dicen, acude mucha más gente joven que va al mercado a dar una vuelta, pero no con la intención de comprar algo concreto. Mientras, otros afirman directamente que acuden menos clientes que en Ronda de la Pizarra, asegurando que las amas de casas trasladan quejas por la lejanía del mercado. También algunas opiniones se quejan de que, tras las dos primeras semanas de mercadillo, la afluencia ha bajado.
Madrugan menos
Pero no todo van a ser quejas. Los ambulantes apuntan la comodidad del nuevo emplazamiento en dos aspectos. El primero, que la gran mayoría tiene acceso a aparcar el vehículo cerca de donde se instalan y el segundo, que tienen que madrugar menos para montar sus puestos porque se trata de una zona más amplia y menos dificultosa. Eso sí, algunos matizan que también recogen antes. El mercado en Ronda de la Pizarra se exprimía al máximo, cuentan, alargando la hora de desmontar el puesto hasta las 14,30 horas. A dicha hora, aseguran, ahora ya han recogido completamente y muchos hasta se han marchado.
En su mayoría, los vendedores diferencian dos zonas de mercado. Hay que tener en cuenta que el recorrido para el cliente discurre por cuatro calles -Santo Tomás de Aquino, Fausto Picapiedra, San Agustín y Ortega y Gasset, que ocupan una superficie cercana a los 6.000 metros cuadrados. La zona «buena» sería la más próxima a las viviendas de Vegas del Mocho, donde principalmente hay puestos de alimentación y algo de textil y calzado, y la zona «menos buena» (siempre atendiendo a la clasificación que ellos hacen) sería la más cercana a Induyco. En función de esto, los ambulantes se declaran contentos o no con el puesto que les han adjudicado. Como se recordará, los vendedores se plantaron ante la decisión del Ayuntamiento de trasladar el mercado desde Ronda de la Pizarra a Vegas del Mocho. El primer mercadillo tenía que haberse celebrado en la nueva ubicación el 18 de enero, pero por primera vez en 34 años, los comerciantes no montaron sus puestos. Al miércoles siguiente dieron el 'sí' a Vegas del Mocho, aunque el mercado no se montó de manera completa.
Fuente: Diario Hoy
Enlace patrocinado por
info@ingeypro.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario