Expectantes. Así reconocen sentirse los propietarios de los terrenos en los que se apoya la futura ampliación del polígono industrial de las Capellanías. En total, 50 hectáreas en dirección hacia el norte, entre el final del actual polígono, la gasolinera, Montebola y un poco antes de llegar a la rotonda de Santo Toribio.
Se reunieron ayer por la mañana y conocieron de primera mano algunos detalles de una operación cuya tramitación se da por concluida. Así lo explicó el presidente de la Agrupación de Interés Urbanístico (antes Junta de Compensación), Rafael Sotelo, que representa a Placonsa-Pronorba e informó sobre el interés manifestado por un grupo inversor para hacerse con una parte de los terrenos.
De hecho, la ampliación depende en gran medida de que se cierre esa transacción, ya que permitiría a los empresarios acometer la intervención con sus propios medios. Si la venta no se materializa, la ampliación tendrá que esperar, pese a que ya tiene luz verde por parte del Ministerio de Fomento, como ha informado HOY.
Demarcación de Carreteras del Estado en Extremadura ha establecido varios compromisos, entre ellos, que la actuación se realice «a costa del promotor», así como el diseño de las intersecciones que habrá que completar y la adaptación de la vía de servicio paralela a la carretera N-630.
Los dueños de los terrenos opinan que se trata de asuntos menores, fácilmente subsanables, siempre que el interés de ese grupo inversor al que se refiere Sotelo se concrete. Plantea la adquisición de 8,9 hectáreas sobre un total de 23 de edificabilidad.
«Si se hace, es viable. En caso contrario, asumimos que la actual situación económica general no es la mejor para poner en marcha la ampliación». La explicación de Rafael Sotelo se añade a otro aspecto que considera importante, que la tramitación «está prácticamente concluida».
Los propietarios debatieron también sobre la posibilidad de acogerse a un artículo de la Ley del Suelo para modificar un aval bancario cuyo coste se disparará, precisamente, por haber pasado a un segundo estadio la ampliación. «Ese aval tiene un porcentaje del 3 por ciento en el momento de presentar el proyecto. Pero una vez que se aprueba y está en condiciones de arrancar la obra pasa a ser de un siete», subraya el presidente de la Agrupación de Interés Urbanístico de Capellanías II. La propuesta que hace, y que detalló ayer en la reunión, según señala, es un cambio de garantías y que sean los propios terrenos y el valor que tienen y tendrán en el futuro los que sirvan como aval.
«Los trámités ya están. Ahora hay que ver qué sucede con el interés de ese grupo», sugiere Sotelo. El nombre de ese supuesto inversor, que debe servir como motor de la ampliación, no ha trascendido. Incluso algunos asistentes a la reunión pidieron que se revelasen detalles sobre el mismo para valorar si es una opción viable o no. Hay que tener en cuenta que la ampliación, de la que se lleva hablando ya 12 años, se abordó como una vía para que la ciudad obtuviese suelo industrial. Pero la situación económica de hoy, con empresas que cierran y naves vacías en el polígono, nada tiene que ver con la de 2006 ó 2007, con las Capellanías a tope y muchas sociedades de la capital obligadas a 'emigrar' a localidades aledañas como Casar de Cáceres o Malpartida por falta de suelo.
En la reunión de ayer también estuvo el concejal de Patrimonio, José María González Floriano. El Ayuntamiento es propietario de una parte de los terrenos y además tendría derecho a un 10 por ciento sobre el total, recuerda el presidente de la Agrupación.
González Floriano ya había acudido a otras reuniones. En junio asumió que la «enajenación de parcelas» municipales es una posibilidad como fuente de ingresos, también en Capellanías.
Los planos de la ampliación están perfectamente definidos. En el lateral oeste, una franja verde delimita los espacios libres. En rojo, los que se ceden al Consistorio.
La parte central se delimita en color amarillo. Junto a la naranja, cerca del actual polígono, se dedica a industrias. El parque empresarial, el área que interesa al grupo inversor, tiene forma de L y está pegado a la N-630.
Fuente: Diario Hoy
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