viernes, 24 de febrero de 2012

La variante de Malpartida unirá la autovía y la Ex-207

La variante de Malpartida unirá la autovía y la Ex-207
La declaración de impacto ambiental es favorable a la conexión por el parque de maquinaria, en lugar de la N-630 como quería el Ayuntamiento de Cáceres 


En marzo de 2010, Víctor del Moral (PP) pidió apoyo a Carmen Heras (PSOE) para exigir la duplicación de la N-521. Del Moral, ahora consejero de Fomento, era alcalde de Malpartida de Cáceres y no tuvo reparo en acudir a la entonces alcaldesa de la capital para unir fuerzas en una demanda que consideraba prioritaria. El beneficio era para los dos municipios. Parecía lógico que quienes forman una misma área metropolitana fuesen de la mano. 19 meses después de aquella entrevista, en la que Del Moral recordó que el proyecto llevaba años parado, quienes viajan a diario entre Cáceres y Malpartida tienen al fin una buena noticia.
El Ministerio de Medio Ambiente ha resuelto la evaluación de impacto ambiental de la variante de la localidad malpartideña y apuesta por la alternativa 1. Será más cara, se explica en la descripción de los técnicos, pero se decide por ella «por ser más ventajosa desde el punto de vista funcional y territorial». La opción elegida nace en el enlace de la autovía A-66 y la N-521, en las inmediaciones del futuro parque de maquinaria, bordea Malpartida por el norte y llega hasta la intersección de la carretera de Arroyo de la Luz, la Ex-207.
El proyecto consiste «en la construcción de un tramo de autovía AV-120 de 10,7 kilómetros con sus dos fases de ejecución justificadas por la necesidad de racionalizar los recursos», se explica en la resolución de la Secretaría de Estado del Cambio Climático del 26 de septiembre y que publicó ayer el BOE. En sus primeros tres kilómetros, la futura variante discurre por el mismo corredor que la N-521.
La declaración de impacto ambiental (DIA) desecha la alternativa 2, que curiosamente era defendida desde el Ayuntamiento de Cáceres. En este caso, su inicio se ubicaba al norte de Capellanías, en el cruce de la A-66 y la N-630, y abría un corredor que pasaba por los espacios naturales del embalse del Lancho y el complejo lagunar Los Arenales. Su longitud era mayor, 13,4 kilómetros. En total han sido consultados 17 instituciones y colectivos, entre otros la Confederación Hidrográfica del Tajo, los ayuntamientos de Cáceres, Arroyo, Malpartida y Casar, Adenex, Ecologista en acción, Subdelegación de Gobierno, Diputación y Junta de Extremadura.
El Ayuntamiento cacereño proponía la alternativa 2, al separar «claramente» los flujos de tráfico de largo recorrido y los locales. Además, permitía «conseguir un anillo exterior de autovías».El Ayuntamiento de Malpartida, por su parte, pide la conversión en autovía hacia el cruce de la A-66 a corto plazo, ya que existen problemas de circulación. La carretera soporta entre la capital y su localidad vecina unos 10.000 vehículos diarios.
«No hay más que ver las colas en horas punta o los domingos por la tarde para entrar en Cáceres. Es la carretera con más densidad de tráfico de la región», se quejaba Víctor del Moral el año pasado. Su sustituto, Alfredo Aguilera, evitó ayer pronunciarse hasta conocer más detalles del proyecto, que ya cuenta con la declaración de impacto ambiental a su favor.
El informe aborda cómo afectarán las obras a zonas de concentración de aves. Como medida correctora prohíbe que se ejecuten voladuras durante el periodo de cría entre marzo y julio para alimoches, cigüeñas negras y otras especies afectadas. Con este proyecto, se destaca, «disminuye el nivel de ruido y se mejora la calidad del aire» en Malpartida.

Fuente: Diario Hoy
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