domingo, 12 de febrero de 2012

El Diocesano juvenil el equipo de moda va tercero en la liga


Los 350 chavales de las categorías inferiores del CD Diocesano ya cuentan con un nuevo ídolo en el que verse reflejados. Se llama Jorge Franco, tiene 18 años y acaba de firmar un contrato con el Real Madrid para las próximas tres temporadas. 'Burgui' (le llaman así sus compañeros porque es de Burguillos del Cerro) se ha convertido en el protagonista de la semana, pero este reportaje no trata tanto sobre él como sobre el modesto equipo que le ha dado visibilidad gracias a la fantástica temporada que está completando en la División de Honor juvenil, la máxima categoría del fútbol español dedicado a la formación.
JUVENILES DE ORO EN PINILLA
Habitualmente han sido otros los equipos extremeños que han militado de forma intermitente en esa prestigiosa División de Honor, pero los descensos la anterior temporada del Cacereño y el Flecha Negra han dejado este año solo al Diocesano tras conseguir subir a la élite por primera vez en su historia. El hecho de ser los únicos de la región en División de Honor ha tenido también su influencia para que un equipo llamado a sudar sangre para conseguir la permanencia se haya convertido en la sensación de la categoría, hasta el punto de que cada vez que juegan se dan cita en los campos de Pinilla un número creciente de ojeadores de clubes importantes. Aunque ese interés tiene también sus peligros, como se explicará más adelante.
Al frente de este grupo de chavales se encuentra Adolfo Senso, un 'obrero' del fútbol extremeño de amplia trayectoria como preparador tanto de fútbol base como de categorías regionales. Senso había sido destituido como segundo entrenador del CP Cacereño al mismo tiempo que Manolo Sánchez a principios de noviembre de 2010. Poco después le propusieron hacerse cargo de los juveniles del Diocesano, que luego completarían una fantástica temporada en la liga regional lograrían el ascenso.
Senso se quedó con el grueso de aquella plantilla, ocho jugadores que aún siguen en el equipo aunque algunos van a veces con el 'B'. Ser los únicos extremeños en División de Honor les convirtió en un destino atractivo para algunas de las mayores promesas del fútbol regional, entre ellas el propio Jorge Franco. Era el escaparate perfecto para ellos, y no tenían intención de desaprovecharlo.
«Empiezo en el Real Madrid C y espero ir subiendo poco a poco»
Jorge Franco. :: LORENZO
La trayectoria del Diocesano durante la temporada estaba siendo buena en sus inicios, pero algo irregular. Fue a partir de diciembre cuando el equipo explotó con tres victorias consecutivas, racha interrumplida por un traspiés ante el Salamanca en el que perdieron por 2-0, y después vinieron otros cuatro triunfos seguidos que les llevaron a la zona alta de la clasificación del Grupo V, superando incluso al Real Madrid y convirtiéndose en los primeros -y únicos- que han logrado ganar en esta campaña al Atlético de Madrid, hazaña conseguida el parado 21 de enero en lo que hasta ahora ha supuesto el clímax de la temporada.
Antes de jugar el partido de ayer ante el Burgos, el Diocesano sumaba 41 puntos y compartía la tercera plaza del grupo -que da derecho a disputar la Copa del Rey-, con el Real Madrid y el Valladolid. Se la van a jugar entre ellos en las siete jornadas de liga que faltan, puesto que los dos primeros, que son el Rayo Vallecano y el Atlético de Madrid, están ya muy lejos, y lo mismo ocurre con el sexto, que es el Unión Adarve.
El Diocesano ha llegado hasta aquí siendo una piña y centrado al cien por cien en sus objetivos. Eso es lo que el club quiere preservar ahora que son, se puede decir, el equipo de moda. El vicepresidente de la entidad, Alfonso Abreu, anda muy atento estos días para que toda la atención mediática, la presencia en los partidos e incluso en los entrenamientos de agentes y ojeadores, y los elogios en ocasiones desmedidos, no descentren a una plantulla donde tan solo cuatro componentes han cumplido 18 años.
Se trata de un asunto delicado en que hay que tratar de conjuntar los intereses del club, de las familias y, principalmente, de los jugadores, que están recibiendo llamadas para marcharse a otros equipos, en algunos caso de renombre internacional. Es un mundo en el que abundan la picaresca y la falta de escrúpulos. «Nosotros queremos lo mejor para los chavales y nuestra intención no es en absoluto interferir con su futuro, solo intentamos ofrecerles asesoramiento, tenemos reuniones con ellos y con los padres, y nos hemos visto obligados además a poner algunas reglas». Entre ellas figura la prohibición de que haya ojeadores o representantes en las instalaciones de Pinilla durante los entrenamientos, así como antes y después de los partidos.
Abreu presume de que uno de los secretos del éxito deportivo del equipo es precisamente la atención personalizada que recibe cada uno de los jugadores. «Tenemos a cuatro personas dedicadas exclusivamente a atender sus necesidades, a que ellos estén cómodos y no tengan que preocuparse de nada que no sea jugar al fútbol y estudiar.», relata. «Es algo que agradecen mucho ellos y también sus familias, sobre todo en los casos de los que son de fuera de Cáceres». Para ellos el club tiene un convenio con el IES Universidad Laboral, donde viven cuatro, y otro con un hotel 'low cost' situado junto a los campos de Pinilla, en el que se quedan los fines de semana, cuando cierra La Laboral, con vigilancia del personal del club. «Aquí la clave es la dedicación desinteresada de la gente», apostilla el directivo.
La firma esta semana de un contrato de tres años con el Real Madrid por parte de Jorge Franco ha sido un acontecimiento dichoso para el Diocesano. El medio centro se desplazó el martes con sus padres al las oficinas del estadio Santiago Bernabéu para formalizar el vínculo con el club blanco. Lo que lamenta Alfonso Abreu son las formas, puesto que la única llamada que han recibido por parte del Real Madrid se produjo el miércoles, un día después de la firma del contrato. En el Diocesano todo el mundo sabía desde hacía algún tiempo del interés del Madrid por este jugador, pero como apunta el vicepresidente, también lo tenían otros equipos que sí han llamado primero al club cacereño para conocer la situación en la que se encontraba el jugador, que por cierto tiene un año más de ficha con ellos, aunque desde el 'Dioce' ya han dicho que no pondrán el menor impedimento a la salida del Franco cuando termine la temporada.
En medio de toda esta vorágine, Adolfo Senso y sus colaboradores intentan que sus jugadores sigan centrados en la temporada y no se dejen despistar por tanto canto de sirena. No será fácil. Son chicos jóvenes y ambiciosos, algunos de ellos convencidos de que tienen cualidades suficientes para llegar a jugar en Primera División. Lo que nadie puede quitarles ya es haberse convertido en el orgullo del fútbol base extremeño.


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